Proyecto liderado por Pablo Reyes cumple con requisitos de novedad, invención y aplicación industrial.
El sistema y método para la detección de caídas de una persona en modalidades día y noche liderado por el académico Pablo Reyes de la Escuela de Ingeniería Civil Biomédica obtuvo la patente invención 2017-003413 por parte del Instituto Nacional de Propiedad Industrial debido a que cumple con los requisitos de novedad, nivel inventivo y aplicación industrial.
La iniciativa desarrolla como parte del Centro Gerópolis UV y del PMI en Innovación en Salud, y Reyes explica que “el grado de invención está asociado a la solución que propone el sistema, ya que en la actualidad existen muchos dispositivos para detectar caídas durante el día, pero en realidad es en la noche donde ocurren la mayor cantidad de estos eventos, por eso este sistema fue considerado un aporte”.
¿Cómo funciona? El equipo liderado por Pablo Reyes e integrado por Sebastián Lobos, Alejandro Weinstein, Steren Chabert, el alumno de pregrado Diego Vega y el estudiante de postgrado Alvaro Jara diseñó un dispositivo que se usa como pulsera durante el día y que en la noche se puede dejar en cualquier lugar de la cama. Su sistema detecta cuando el usuario deja la cama.
Si transcurridos entre veinte y treinta minutos el usuario no regresa, comienza a enviar alertas a una red predeterminada, compuesta principalmente por familiares.
“Está pensando para el uso real de una persona, especialmente adultos mayores solos, porque realiza un seguimiento no invasivo, enviando alarmas luego de un tiempo considerable de hasta treinta minutos después que no haya regresado a la cama el usuario, quien en caso que todo esté normal lo puede apagar antes que siga sonando”, explica Reyes.
También la elección de los familiares como receptores de la alerta y no el sistema de salud tiene un argumento más conectado con la realidad, tal como lo explica el director del proyecto: “Tenemos experiencia trabajando con el sistema de salud y por lo general no hay nadie que esté al otro lado del teléfono. Habría que generar una nueva infraestructura en los consultorios para que alguien estuviera a la espera de las llamadas. Por eso lo más simple es enviar la alerta a los familiares, aunque el sistema es configurable”.
Reyes indica que la patente fue entregada a la carcasa del dispositivo con el algoritmo del sistema y que esperan expandir su uso. “No tenemos capacidad de producción, porque en Chile no hay matriz productiva, pero esperamos que el destino sea una empresa chilena interesada en desarrollarlo, transformándolo en un módulo de un dispositivo existente o hacer uno nuevo completo”.
El investigador asegura que los próximos pasos serán “participar en un congreso latinoamericano de ingeniería biomédica para mostrar el desarrollo y sus beneficios, acercándonos al mercado. Esta patente nos valida como unidad que no solo produce artículos científicos sino también innovación hacia la industria”.
La patente obtenida por el sistema es la tercera en la UV y, según Reyes, su objetivo es orientarse “hacia un desarrollo industrial con una lógica empresarial. En el fondo nos permite demostrar que en la Universidad y desde la Escuela de Ingeniería Civil Biomédica generamos nueva tecnología que pueda ser usada por las personas como resultados de nuestras investigaciones, entregado soluciones efectivas”.
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