Skip to main content

El efecto tóxico del ácido sulfhídrico deja knockout a las personas

01 Agosto 2013

Las secuelas están asociadas a efectos neurotóxicos, como pérdida de memoria, dificultad para la movilidad y dolor de cabeza.

En elevadas concentraciones, el ácido sulfhídrico (HS) se puede convertir en uno de los enemigos silenciosos más letales que existen en el planeta. Su efecto tóxico inhibe la función del nervio olfatorio y la persona prácticamente queda incapacitada de oler el hedor característico de este compuesto químico, por lo tanto su detección anticipada por esta vía se hace casi imposible. Además, tiene la particularidad de dejar fuera de combate a la persona expuesta, dado que tras pocas inhalaciones, el efecto tóxico de este gas deja a las células sin energía, el individuo se desmaya, los músculos dejan de trabajar y el corazón se paraliza, generando un paro cardiorrespiratorio y el colapso generalizado del organismo.

La doctora María Fernanda Cavieres, experta en toxicología de la Facultad de Farmacia de la Universidad de Valparaíso y vicepresidente de la Sociedad de Toxicología de Chile (Sotox), fue precisa al explicar cómo actúa el ácido sulfhídrico en el organismo.

“Cuando el gas está en altas concentraciones, prácticamente la persona queda incapacitada de oler. Por lo tanto, no puede tener ese mecanismo de defensa de arrancar del lugar de riesgo, en este caso donde fue la fuga. Una de las características del ácido sulfhídrico es tener un desagradable hedor, como a materia orgánica en descomposición, que sólo se puede sentir en bajas concentraciones”, aclaró.

La experta en toxicología agregó que por esta razón, al no percatarse del riesgo inminente a que está sometido el individuo, éste permanece en el lugar altamente contaminado, respirando elevadas concentraciones del gas. “Luego viene el efecto tóxico. Una de las manifestaciones que es muy característica de la intoxicación con ácido sulfhídrico es la sensación de desmayo, el colapso de la persona. Por eso a esta molécula se la describe como ‘el gas del knockout’; es decir, el individuo queda absolutamente a la deriva, inconsciente, producto de la toxicidad que está ejerciendo el gas sobre él”.

El HS es un compuesto volátil, es decir, se encuentra en el aire que respiramos, porque tiende a estar en fase gaseosa. Este gas se encuentra naturalmente en el petróleo, gas natural, gases volcánicos y manantiales de aguas termales. También puede existir en aguas estancadas o pantanosas, desagües y alcantarillados, por ejemplo.

Explica la doctora Cavieres que se trata de un gas muy tóxico. Su mecanismo de acción es que deja a las células sin energía, “por lo tanto, el organismo en general no cuenta con la fuerza necesaria para poder funcionar y la forma más frecuente de morir de las personas que han sido intoxicadas con el gas ácido sulfhídrico es un paro cardiorrespiratorio. Por lo mismo, como no hay energía para que los músculos se contraigan, el corazón ya no puede latir y la persona muere”.

Las consecuencias asociadas de aquéllos que estuvieron expuestos al gas, pero lograron escapar a un desenlace fatal, dependerán de cuánto tiempo estuvieron en el lugar y los niveles de concentración que había en la zona afectada, entre otras variables, pero en general “las secuelas están relacionadas con los efectos neurotóxicos, como pérdida de memoria, algún tipo de dificultad para la movilidad y dolor de cabeza”, sostuvo la vicepresidenta de Sotox.