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Experto analiza los límites éticos de la investigación científica

13 Marzo 2014

El investigador norteamericano Michael Boylan inauguró el año académico del Instituto de Filosofía, invitado por el Centro de Estudios sobre Ciencia, Tecnología y Sociedad.

¿Debieran existir limitaciones éticas entre la investigación científica y la sociedad? Esta fue la pregunta fundamental que trató de responder el filósofo y académico norteamericano Michael Boylan, de Marymount University, Estados Unidos, en su conferencia “Las limitaciones éticas de la investigación científica”, en la inauguración del año académico del Instituto de Filosofía de la Facultad de Humanidades.

Esta actividad organizada por el Centro de Estudios sobre Ciencia, Tecnología y Sociedad (CCTS), dirigido por el profesor Carlos Verdugo, tuvo como objetivo analizar y discutir con académicos y estudiantes las implicaciones éticas y sociales de aplicar y aceptar el llamado Principio de Plenitud, que afirma que “todo lo que puede conocerse debe conocerse”.

Durante la conferencia Boylan manifestó que “es posible que muchos científicos estén, consciente o inconscientemente, ciegos acerca de las posibles consecuencias de sus acciones, debido a la aceptación del Principio de Plenitud, junto con la idea de que la búsqueda del conocimiento o de la verdad es un fin tan noble y valioso que no debemos preocuparnos de la moralidad de los medios”.

En esta materia ejemplificó con el uso de medios científico reñidos con la ética con el testeo doble ciego de medicamentos para el vih/sida en Tailandia y otros países del Tercer Mundo. A las mujeres se les dieron progresivamente dosis menores del medicamento AZT para descubrir si la dosis estándar podría disminuirse y ser aún efectiva. Los ensayos continuaron en estos sujetos de investigación, los que mostraban efectos claramente perjudiciales, incluyendo el desarrollo del sida y la muerte.

Al ser consultado sobre el impacto que tendrían en el desarrollo de la ciencia las restricciones de carácter moral, el doctor Boylan sostuvo que éste no se detendría sino se haría más lento, y la búsqueda del conocimiento se haría con más cuidado, aplicando los principios de precaución y de responsabilidad.

A su parecer, la discusión debe concentrarse en no defender una especie de “maquiavelismo científico”, en que el fin —la búsqueda de conocimiento— justifique los medios —experimentación con seres humanos.

¿Y qué pasa en América Latina con el desarrollo científico y ciertas limitaciones morales? Boylan señaló que es muy importante distinguir entre limitaciones morales filosóficas y religiosas.

“Yo creo que el estado debe preocuparse de que existan limitaciones o constreñimientos éticos de tipo filosófico, pero no religiosos, ya que éstos son más subjetivos y es mucho más difícil llegar a acuerdo en esa área. En el caso de las universidades privadas católicas, ellas pueden hacer lo que quieran, pero en las estatales no pueden estar reglamentadas por una ética religiosa. Aquí no se puede tener una posición antirreligiosa, sino que el estado debe ser pluralista, rechazando así cualquier tipo de fundamentalismo o actitudes dogmáticas”.

Vinculación

La visita de Michael Boylan no fue al azar, pues se espera que a través del CCTS se inicie una relación académica entre su universidad y la UV, específicamente con la Facultad de Humanidades.

Según comentó el profesor Verdugo, esta incipiente vinculación permitirá avanzar en investigaciones relacionadas a la bioética, lo cual ya fue conversado con la Dirección de Investigación, transformándose en un gran desafío para este año, lo que su a vez permitirá fortalecer la investigación en el área de las ciencias sociales, arista en la cual hoy trabaja el PMI.