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Jóvenes con trastorno del espectro autista aprenden informática

19 Noviembre 2014

Asistieron a taller de un mes en Escuela de Ingeniería Civil Informática.

10 jóvenes y adultos con Trastorno del Espectro Autista (TEA) participaron durante un mes en el taller Ciencias de la Informática, actividad que forma parte del proyecto de título del estudiante Roberto García, de la Escuela de Ingeniería Civil Informática. La actividad finalizó con una entrega de reconocimientos a los participantes en una emotiva ceremonia que contó con la presencia de los padres y familiares de los participantes que en su mayoría cursan el tercer nivel educativo en el centro Aspaut de Viña del Mar.

Roberto García, alumno a cargo del proyecto de título e instructor del taller, señaló que la actividad nació “al conocer las preocupaciones de los padres de chicos con autismo, donde una de sus mayores aprehensiones es el paso a la vida adulta, que hasta el momento no estaba cubierto. Nuestra idea era encontrar la inclusión laboral, nos dimos cuenta que para eso es necesario que haya una base pedagógica importante, que es lo que estamos logrando en la universidad”.

El estudiante expresó que “la experiencia fue súper importante, porque se lograron las metas que en un principio nos propusimos, de alguna forma, el hecho que haya sido en la universidad para ellos fue muy relevante, porque sienten la acogida que se gestó a partir de esto, fue una experiencia superior. Este trabajo es mi proyecto de título que se fue desarrollando durante el año, que incluye además un aspecto formal de recopilación de datos”.

Patricia Lobos, mamá de Patricio Orrego, uno de los participantes, aseguró que la iniciativa fue “espectacular, como experiencia de vida es una satisfacción, es un tema muy diferente para ellos, a mi hijo se le abrió un mundo, algo totalmente diferente. Ellos a pesar de tener su discapacidad, también tienen lo que es conciencia de ir a un centro de estudios mayor, realmente veo que mi hijo se siente muy satisfecho de la experiencia, es su primera vez. Son muy tecnológicos y es muy fácil para ellos, por eso fue una actividad muy enriquecedora”.

Carlos Arredondo, papá de Abraham, añadió que “fue experiencia muy bonita, hermosa, mi hijo ha aprendido muchas cosas, a desarrollarse más en el tema de la computación, le encanta. Esta iniciativa que se impulsó a través de los profesores y de la universidad es maravillosa, porque les permite enfrentar la vida con otros ojos. Es otra visión para ellos, en el aspecto humano la sociedad muchas veces los aísla por ser de esta forma, pero ellos son más inteligentes que nosotros, son más tecnológicos, con dos click ya están listos”.

El profesor guía del proyecto de título, Roberto Muñoz, expresó que “el taller fue bastante positivo, porque permitió acercar dos entornos que muchas veces están desconectados, como son el ámbito universitario con las escuelas especiales o de comunicación, fomentando también ese vínculo con chicos que tienen necesidades educativas que son especiales”.

El académico explicó que “nuestros alumnos se están formando como ingenieros y como tal deben cumplir con una labor social, además que el perfil de nuestra escuela tiene un índole social y eso lo ha marcado los proyectos que nos hemos adjudicado durante seis años de forma consecutiva, todos han tenido ese mismo carácter. Es un aprendizaje poder enseñar a otras personas que procesan la información distinta a nosotros y también les sirve para conocer otras realidades distintas”.

En tanto, Viviana González, directora del Centro Educativo Aspaut de Viña del Mar, explicó que “ha sido una oportunidad impresionante para nuestros estudiantes y sus familias. Generar una instancia de capacitación donde demuestren sus capacidades y habilidades es una oportunidad tremendamente valorable, la familia está feliz, los chicos se sienten súper integrados, trabajando en un espacio educativo normalizador, somos todos iguales y la diversidad se nos da en estos contextos naturales. Que hayan participado fue un hito”.