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4 universidades presentan proyecto para borde costero en Bienal de Arquitectura

23 Abril 2015

La UV desarrolló propuesta alternativa junto a la PUC, PUCV y U. de Chile. Los proyectos se exhiben en el Palacio Subercaseaux y el Parque Cultural de Valparaíso.

Un proyecto conjunto para el borde costero de Valparaíso elaborado por las escuelas de arquitectura de las universidades de Chile, Pontificia Católica de Chile, Pontifica Católica de Valparaíso y de Valparaíso, integrantes del Consejo de Rectores, se presenta en la XIX Bienal de Arquitectura de Valparaíso que por primera vez se realiza fuera de Santiago.

Con 64 trabajos de estudiantes en exposición, la Escuela de Arquitectura UV ocupa un lugar de privilegio en la muestra, con el premiado proyecto de un balneario público para el cerro Cárcel, del alumno de tercer año Matías Ferrando y con las distinguidas obras profesionales construidas de los profesores Rogelio Arancibia y Nicolás Cuadra. Al respecto, el director de la Escuela, Marco Ávila, señala que “los proyectos presentados por la escuela son el reflejo de un desarrollo en los claustros académicos, de un proceso de pensar Valparaíso que permite a los vecinos y personas que están fuera de la disciplina, tener una visión prospectiva”.

Estaciones de metro, parques urbanos, ascensores, rehabilitaciones de sede, bibliotecas públicas, equipamiento, nudos viales, infraestructura, entre otros, son algunas de las propuestas de los estudiantes, que buscan darle un sentido al borde costero de la ciudad, y que se pueden visitar en el Palacio Subercaseaux y el Parque Cultural de Valparaíso.

Gonzalo Herrera, arquitecto, académico a cargo de la muestra UV, señala que “durante mucho tiempo analizamos el tema junto a otras instituciones sociales que se oponen a la manera sesgada de mirar la ciudad que tienen la empresa portuaria y el Estado de Chile, que niegan el borde costero a la ciudad, generando murallas de contenedores alrededor de toda la costa, negando la relación de ciudad y el mar”.

“Todas las ciudades con valor hoy han resuelto este tema. Rotterdam, Barcelona, Buenos Aires, han entendido que por muy puerto que sean, tienen que generar una relación entre el mar y la ciudad. El puerto deben trasladarlo a un lugar que no genere problemas para el entorno urbano. La diferencia entre el Valparaíso que no queremos y el que sí queremos radica en presentar una serie de proyectos de distintos niveles de cada una de las escuelas que apuntan a recuperar el borde costero para la ciudad”, explica.

En cuanto al Terminal 2 y la ampliación del puerto, Herrera agrega que “el puerto se debe ampliar a una escala razonable para la ciudad, incorporar en el espigón del Muelle Prat un terminal de cruceros para que Valparaíso empiece a generar una relación importante con el mercado del turismo que cada vez crece más y empezar a desarrollar desde ahí y hasta Caleta Portales una serie de programas que permitan una mayor calidad de espacio público”.

“Pensamos que es un error instalar el mall en el sector Barón. La idea es proponer una serie de programas relacionados con playas y espacios públicos de recreación, al modo como lo tienen muchas ciudades con borde costero. Estamos aportando a concientizar a la autoridad y a la empresa portuaria que entiendan que el puerto no está aislado de la ciudad, sino que es necesario compatibilizar las necesidades económicas del país con la calidad una ciudad tan importante para el mundo como es Valparaíso”, señaló.

En tanto, Marco Ávila, director de la Escuela de Arquitectura UV, manifestó que el vínculo con las otras tres escuelas del CRUCH “surgió hace un año cuando comenzamos a trabajar en un proyecto de montaje a propósito de la existencia del Pabellón de los 120 años, diseñado y construido por la PUC, que nos permitiría albergar los proyectos académicos de las escuelas en Valparaíso”

“La idea fue abrir el ámbito de la arquitectura, desarrollando una serie de investigaciones y proyectos de estudiantes de pregrado de tercer año hasta magíster, de distinta escala, contenido y programa, donde se plantea una mirada distinta de ciudad que busca integrar las necesidades de sus habitantes. En este sentido, la mayor fortaleza de la exposición en la Bienal es la suma de una serie de factores y de miradas que confluyen a una ciudad que tienen un perspectiva bastante amplia de todos los aspectos que se pueden tocar en una sola exposición”, añadió.

En relación al trabajo desarrollado con las otras universidades del CRUCH, Ávila agregó que “nos parece fantástico, se produjo una gran relación de amistad y trabajo, de generar puntos de vistas que cada vez son más coincidentes, aspecto que no es nada fácil y que ha significado trabajar de forma muy llana en nuestros cuatro paneles de la muestra oficial en un aspecto que coloca la promoción de nuestras escuelas por detrás de un mensaje que me parece importante decirlo fuerte y claro”.

“Valparaíso está hoy en un momento crucial, seguramente unos años más tarde lo vamos a recordar y podremos valorar qué tan significativo era una transformación que puede lanzar a Valparaíso a siglo XXII o sepultarlo detrás de una muralla de contenedores. Hemos ocupado el espacio que nos otorga la bienal para hablar sobre el Valparaíso que queremos y el que no queremos”, añadió.