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Con la revisión de uno de los proyectos de Allende, UV conmemoró los 43 años del Golpe Militar

13 Septiembre 2016

La actividad “El derecho al descanso” se centró en la Medida 29 del gobierno de la Unidad Popular.

Una forma distinta de conmemorar los 43 años del Golpe de Estado en Chile fue el evento “El derecho al descanso”, que tuvo lugar en el Parque Cultural de Valparaíso. La actividad, que consideró las ponencias de tres profesores y la exhibición de parte del documental “Un verano feliz” (1972, Alejandro Segovia), respondió a la inquietud compartida por distintos profesores y profesoras de la Universidad de Valparaíso por comprender el pasado reciente de Chile.

“A todos y todas nos mueve la necesidad de producir conocimiento local, reflexivo y situado sobre el pasado reciente y sus consecuencias en el presente”, explica Ximena Faúndez, profesora de la Escuela de Psicología e investigadora del Centro de Estudios Interdisciplinarios sobre Cultura Política, Memoria y Derechos Humanos de la UV. Por ello se decidió revisar el proyecto político de la Unidad Popular, específicamente la Medida 29 del programa de gobierno de Salvador Allende, que consagraba el derecho de todos los trabajadores a las vacaciones a través del fomento del turismo popular.

Un nuevo giro

Los expositores del evento fueron, junto a Ximena Faúndez, el historiador Pablo Aravena, el cineasta Gustavo Celedón, ambos académicos de la UV, y la investigadora argentina Leonor Arfuch. Esta última destaca el valor de la conmemoración, por cuanto “creo que se inscribe como en un nuevo giro de las temporalidades de la memoria. Hasta aquí vinimos conmemorando los horrores, los asesinatos; luego, conmemoramos la llegada —aquí y en Argentina— del momento de la justicia. Hubo emergencia de memorias: primero de víctimas, luego de militantes, luego de exiliados; después, de los hijos de desaparecidos. Y en este momento, me parece, esta conmemoración de ustedes es muy significativa, porque volvemos a ese pasado anterior”.

Explica la doctora Arfuch que tituló su exposición “Pliegues de la memoria: el futuro anterior” no por inventar un tiempo verbal: “Es ese futuro anterior a todos los horrores, que se insinuaba. Y que la Medida 29 simboliza de alguna manera, porque era un avance en cuanto a los derechos del trabajador. Me pareció muy sintomático conmemorar aquello que quedó pendiente de un gobierno que había llegado al poder por medios legítimos, que no fue producto ni de una revolución ni de luchas guerrilleras, sino del juego de la democracia. Y que fue el primer país en América Latina en que un gobierno socialista llega al poder por vías democráticas e inicia un programa de reformas estructurales verdadero, que es eso lo que el Golpe viene a interrumpir”.

En ese sentido, destaca: “El Golpe chileno no vino a interrumpir un proyecto de país que podían tener en mente los sectores militantes o de izquierda, ya sean guerrilleros, lucha armada o lucha pacífica o lo que fuera en Argentina, sino que vino a interrumpir a un régimen que ya estaba funcionando, y que con sus dificultades, con sus errores, con todos los intereses que tenía que enfrentar, venía construyendo un proyecto de país y un ideal distinto de la vida de las grandes mayorías”.

Junto con considerar esta acción como una apuesta positiva al futuro, Leonor Arfuch destaca que “invita a pensar si hay modo de recuperar algunas de estas proyecciones de futuros felices para las grandes mayorías en el futuro de los gobiernos. Es decir, si alguno de esos ejercicios de ampliación de derechos y medidas de justicia social, podrían pensarse para mejorar la situación de las grandes mayorías, en Chile como en otros países de América Latina. Yo no sé qué índices de pobreza tiene Chile, qué índices de desempleo; sé los de mi país y me parece que nos falta mucho para tener un escenario que nos deje conformes. Ya lejos de las ideas de revolución y todo lo demás, pero que sean realmente regímenes donde el estado de bienestar, que ya no existe como era, por lo menos pueda ir incorporando algunos registros de aquello que sí se insinuaba como proyección de futuro, como comienzo de un camino antes del Golpe”.

Momento de hablar y recordar

Por su parte, Ximena Faúndez afirma: “Los estudios de memoria en Chile se han centrado fundamentalmente en las consecuencias de las violaciones a los derechos humanos en las víctimas y sobrevivientes de la dictadura. Lo que sin duda es un aspecto importante del fenómeno, y que debe seguir estudiándose, ya que como sabemos el impacto de la violencia política, además de ser a largo plazo, es transgeneracional. Sin embargo, las memorias del pasado son múltiples, diversas. Además, hay momentos en que sólo opera el silencio, nadie está dispuesto a hablar ni a escuchar. Transcurridos 43 años del Golpe, creemos que es el momento de hablar y de recordar otros aspectos del pasado; por ejemplo, creemos que es relevante conocer el proyecto político de la Unidad Popular”.

La académica subraya que “el programa de gobierno del Presidente Salvador Allende era un programa de justicia social; conocer este programa es relevante para el Chile actual. Salvador Allende tenía claro que en una estructura capitalista el Estado es el único agente capaz de proveer justicia social. De ahí que una parte importante de su programa estuviese orientado a fortalecer al Estado para conducir la economía y los recursos hacia la satisfacción de las necesidades de las grandes mayorías. Sabía también que no habría justicia para los campesinos si no se les daba acceso a la propiedad de la tierra; por eso el énfasis en la profundización de la reforma agraria. Sin embargo, también sabía que antes de realizar las reformas estructurales, había que atender las demandas más urgentes de los trabajadores y sectores más desposeídos”.

De esta forma, añade, “las 40 Primeras Medidas del gobierno del Presidente Salvador Allende surgen como un plan para entregar a los más necesitados salud, educación y cultura. En esta actividad nos centramos en la Medida 29, que procuraba el Derecho al Descanso de los Trabajadores a través del fomento del turismo popular. Esta medida contemplaba la creación de campos deportivos y de turismo popular en todo el país. Por eso, a fines del año 1971, en Chile se habían creado 16 centros de veraneo popular. Los trabajadores afiliados a la Central Única de Trabajadores fueron los principales beneficiados de esta medida. Tras el Golpe Militar, tres de esos centros (Rocas de Santo Domingo, Ritoque y Puchuncaví, todos ubicados en la Región de Valparaíso) fueron transformados en centros de detención y tortura. Hoy la Fundación por la Memoria de San Antonio está luchando por recuperar uno de estos lugares para transformarlo en una Escuela de Derechos Humanos”.

La actividad “El derecho al descanso” formó parte del Programa Cultura, Memoria y Derechos Humanos del Parque Cultural de Valparaíso. Constituyó una continuidad del ciclo Coloquios de la Memoria, convocado por el PCdV, el Museo de la Memoria y los Derechos Humanos y la Universidad de Valparaíso, a través del Foro Ciudadano 2016, que patrocina el Convenio de Desempeño para las Humanidades, Artes y Ciencias Sociales.