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La relación entre la intervención de la estatuaria pública, la historia y el movimiento social

20 Enero 2020

Profesor Pablo Aravena participó en foro sobre este tema en el Museo Nacional de Bellas Artes.

“Poder, Identidad y Representación (en el arte público)” fue el nombre del conversatorio que tuvo lugar la semana pasada en el Museo Nacional de Bellas Artes, y que basado en el trabajo “Contra la razón”, de Luis Montes Rojas, analizó la relación entre la destrucción e intervención de la estatutaria pública del país, la historia y el movimiento social.

La mesa denominada “Arte público a la luz de las acciones iconoclastas de las movilizaciones sociales en Chile”, moderada por Paula Honorato, contó con la participación del doctor Pablo Aravena, director del Instituto de Historia y Ciencias Sociales de la Facultad de Humanidades y Educación de la UV. Junto a él expusieron la psicoanalista Constanza Michelson y el filósofo Sergio Rojas.

Explica Aravena que esa mesa “tuvo como contexto la exposición del escultor chileno Luis Montes titulada ‘Contra la razón’, en la que se juega con el olvido y las fallas de la estatuaria heroica de la ‘historia nacional’. Se exponen dichas fallas, se entrevista gente que no sabe nada de las figuras heroicas que tienen de adorno en su casa y también se ironiza disponiendo estas estatuas, o partes de ellas, de unos modos no previstos. Lo que está en juego aquí, como propósito de investigación del artista, es la relación entre esa memoria oficial y su presencia hoy. Una presencia agotada y desgastada”.

Agrega el académico que “esta obra viene siendo desarrollada desde el 2008 por Luis Montes. La muestra misma estuvo lista antes del estallido social, pero da la ‘casualidad’ de que el movimiento social que hemos visto ha desarrollado toda una dinámica de destrucción e intervención de la estatuaria pública. Es entonces sobre la relación de la propuesta de Luis Montes con las dinámicas del movimiento que estamos invitados a reflexionar”.

Según el análisis de Aravena, “desde luego aquí la historia como disciplina tiene mucho que hacer; por ejemplo, trabajar sobre lo que parece una verdad evidente, es decir, preguntarse si es tan cierto que con la destrucción de los monumentos se está rechazando una historia en la que no se reconocen los movilizados, pues ¿cómo se podrían rebelar contra una historia que ya hace un par de generaciones que no se transmite, y si hace ya décadas que la historia escolar viene desechando la ‘historia patria’ como un lastre? Las preguntas no son retóricas, sino que verdaderamente son problemas cuyas respuestas pueden darnos muchas luces para saber de verdad ‘qué nos está pasando’”.

Cabe señalar que hace algunos días, el Consejo de Monumentos dio a conocer el catastro de daños sufridos por bienes patrimoniales desde el inicio del estallido social en octubre pasado. Los datos indican que son más de 500 los monumentos damnificados en este período, considerando estatuas, iglesias y edificios patrimoniales emblemáticos de distintas ciudades del país, afectados por rayados, destrucción o incendios. Ícono de estas acciones es el monumento al general Baquedano emplazado en la Plaza Italia, ahora llamada Plaza de la Dignidad, en el centro de Santiago.