Odontología y comunidad: Encuentro convocó a expertos, estudiantes y dirigentes en Viña del Mar
La Cátedra de Salud Pública de la Facultad de Odontología de la Universidad de Valparaíso reunió a más de 40 participantes en el Centro Comunitario del Taller de Aprendizaje Forestal, en un encuentro que combinó trabajo territorial, validación académica y testimonios ciudadanos que evidenciaron el impacto real de la formación en salud bucal en las comunidades de Viña del Mar y Quilpué.
El Centro Comunitario del Taller de Aprendizaje Forestal (TAF) de Viña del Mar se transformó en un punto de encuentro para dirigentes vecinales, estudiantes, autoridades de salud pública y académicos de diversas regiones del país. La actividad, organizada por la Cátedra de Salud Pública de la Facultad de Odontología de la Universidad de Valparaíso, reunió a cerca de 40 participantes en una jornada marcada por el diálogo, la colaboración y el reconocimiento al trabajo comunitario.
El encuentro se desarrolló en el marco de la reciente realización del Octavo Congreso Chileno de Salud Pública y el Décimo Congreso Chileno de Epidemiología, que este año movilizó a salubristas de todo Chile hacia la región. Aprovechando esa confluencia, la Cátedra impulsó un espacio de diálogo entre expertos y el territorio, con un doble objetivo: presentar el modelo formativo de salud pública que aplica Odontología UV y recibir retroalimentación de la Sociedad Chilena de Salud Pública Oral (Sochispo).
“Por un lado, la jornada permitió abrir las puertas del trabajo de campo que la Cátedra desarrolla en distintos sectores de la región. Se presentó formalmente el modelo formativo y las experiencias territoriales de los estudiantes, con el objetivo de someter esa práctica a una retroalimentación genuina de la comunidad y de los expertos, fortaleciendo un aprendizaje que nace y se valida en la realidad”, afirmó el jefe de la Cátedra, profesor Alfredo Cueto. Y complementó: “Por otro lado, la presencia de la directiva de Sochispo entregó una mirada crítica y especializada sobre la pertinencia del enfoque educativo, centrado en los Determinantes Sociales de la Salud y en el trabajo coconstruido con las comunidades. Esta validación externa fue clave para confirmar que el sello UV está proyectándose con solidez en la formación del odontólogo contemporáneo y en el contexto nacional de la salud pública”.
Desde el inicio, el profesor Alfredo Cueto marcó el tono de la jornada, al subrayar la centralidad del territorio: “Este espacio es la prueba de que la salud pública y comunitaria tiene rostro, tiene nombre y tiene historia... Ellos, los dirigentes, son el corazón de este encuentro, porque sin comunidad no hay salud pública posible”.
La actividad comenzó con un almuerzo comunitario preparado íntegramente por vecinas voluntarias, una decisión que, según el profesor Cueto, responde a un enfoque ético y ambiental: comida casera, sin ultraprocesados, con productos locales y una huella de carbono mínima. El gesto fue ampliamente valorado por los asistentes y generó un ambiente propicio para el diálogo horizontal entre vecinos, profesionales y estudiantes.
Luego, el grupo se trasladó al salón principal, acondicionado para una sesión que combinó presentaciones, testimonios y un conversatorio técnico con expertos de Sochispo.
Uno de los momentos más relevantes del encuentro fue la intervención de los dirigentes comunitarios, quienes han trabajado durante años junto a los estudiantes de Odontología UV en sectores como TAF, la población Felipe Camiroaga y Quilpué.
Patricio Altamirano, del TAF, destacó el compromiso del estudiantado: “Los chiquillos dejaron los pies en la calle. Recorrieron casa por casa, convocaron vecinos, hicieron diagnósticos y nos enseñaron a ver los activos de salud que tenemos como comunidad”.
Desde la Población Felipe Camiroaga, Fresia Fuenzalida subrayó que el trabajo estudiantil ha sido determinante para acceder a salud bucodental: “Muchos de nuestros vecinos no habrían tenido nunca acceso a una restauración o una prótesis. Además, gracias a ellos logramos postular y ganar un proyecto de ciento cincuenta y seis millones de pesos para habilitar un centro de salud básico.” En tanto, Anita Pillancar, dirigente del comité Esperanza Palma 4, añadió: “Aquí no solo se mejoran sonrisas. Se mejora la vida. Los estudiantes han estado con nosotros, codo a codo, incluso organizando bingos para unir a la comunidad”.
Desde Quilpué, Ricardo Peñafiel, de la Junta de Vecinos 63, recordó que el trabajo territorial fue más allá de la salud bucal: “Nos ayudaron a educar en salud y gestionaron la eliminación de un microbasural que afectaba desde hace años a nuestro sector”.
El bloque estudiantil fue uno de los más aplaudidos. Representantes de primero, cuarto y quinto año, además de un interno, compartieron su experiencia en terreno. Es el caso de Isidora Rodríguez, de quinto año, quien sostuvo que estas vivencias transforman la perspectiva profesional: “Aquí no solo se aprenden conceptos. Uno se humaniza. Entendemos la salud como un fenómeno social y moral.” Su compañera Maite Pérez agregó: “A veces llegamos con prejuicios, pero al ponernos al mismo nivel que los vecinos entendemos los determinantes sociales y cómo la salud depende de ellos”. Mientras que la estudiante de primer año Francesca Córdova narró sus primeras salidas a terreno en los cerros de Viña: “Fue significativo ver cómo se construye un trabajo comunitario desde cero. Esto te marca la carrera desde el inicio”.
Luego de las presentaciones, la directiva nacional de Sochispo participó en un conversatorio donde prevaleció la validación del enfoque de Odontología UV. La doctora Elizabeth López, del Ministerio de Salud, afirmó: “Cuando yo estudié, esto era impensable. Que los estudiantes vivan la salud pública desde primer año es un privilegio y una necesidad para Chile.” Asimismo, desde la Universidad de Chile, el doctor Marcos Cornejo fue categórico: “Este modelo debería replicarse en todas las carreras de la salud. Forma ciudadanos comprometidos con su comunidad”.
Las autoridades locales también expresaron su apoyo. En esa línea el doctor Rodrigo Valenzuela, director del Área de Salud de la Corporación Municipal de Viña del Mar, destacó la vocación del estudiantado: “Un sábado por la tarde podrían estar en cualquier otro lugar, pero están aquí. Esa es la diferencia que marcará su futuro profesional”.
La jornada concluyó con la entrega de diplomas a vecinos y vecinas que participaron en las Jornadas de Formación en Emprendimiento e Inicio de Actividades, coordinadas por la Facultad de Odontología y dictadas por FACEA UV. Entre las distinguidas estuvieron Fresia Fuenzalida y Anita Pillancar.
El cierre cultural estuvo a cargo del ayudante alumno Gustavo Pérez, quien interpretó una pieza de violín muy aplaudida por la comunidad.
El profesor Cueto enfatizó la misión de la Cátedra: “La salud no se construye en soledad; se construye en conjunto, con participación, con compromiso y, sobre todo, haciendo universidad en la comunidad. Si logramos que las comunidades, sus dirigentes y vecinos se empoderen sobre la salud bucodental, estaremos contribuyendo a un país más sano, más justo y preparado para enfrentar los grandes desafíos de la salud pública”. Y subrayó: “La evidencia es contundente: cuidar la boca es cuidar la vida; la salud oral impacta directamente en la prevención de enfermedades crónicas, cardiovasculares y metabólicas”.
Para finalizar el académico adelantó que en 2026, la Cátedra organizará un encuentro nacional de profesores de salud pública de las Escuelas de Odontología, con el patrocinio de Sochispo.






Nota: Pamela Simonetti