Hijos de Óscar Castro estrenan “Cuervo” adaptación teatral y audiovisual de su autobiografía en Sala Negra UV
Este viernes 5 de diciembre, a las 19:00 horas, será la primera fecha de la temporada de estreno de “Cuervo”, montaje teatral que evidencia el rol del arte como resistencia en los campos de concentración de la dictadura civil militar chilena. “Mi Teatrografía: la bella y trágica aventura de la vida” es la autobiografía inédita e inacabada que Cosme y Óscar retoman para honrar la vida de su padre, Óscar Castro.
Sala Negra Juan Barattini Carvelli, ubicada en avenida Brasil 1647, Valparaíso, es el lugar donde inicia esta temporada, que consta de diez funciones y encuentros en sitios de memoria, teatros y universidades.
Los hermanos nacieron en el exilio, en Francia; cruzaron medio mundo con una cámara en mano para encontrarse con el Chile de su padre, fundador de Teatro Aleph y sus excompañeros de cautiverio.
Óscar hijo, codirector de “Cuervo”, cuenta que “crecimos sobre las tablas del Teatro Aleph, criados por los relatos de nuestro padre sobre Chile. Pero el tiempo que precedió a su exilio en Francia siempre guardó un poco de misterio, sobre todo sus dos años en los campos de concentración. Él hablaba de eso, pero casi siempre a través de su mirada fantasiosa, para protegernos”.
“Tres años después de su fallecimiento en 2021, abrimos su último libro ‘Théâtrographie’: una autobiografía que relata toda su vida. Dentro encontramos un capítulo que narra su experiencia en los campos de concentración. Leerlo fue un choque. Sin pensarlo, decidimos viajar a Chile para reconstruir esa historia: visitar los centros de detención y tortura, encontrar a sus amigos y antiguos compañeros, recoger sus testimonios. Cincuenta años después, sabíamos que, en Chile, con ese capítulo como hilo conductor, íbamos a abrir mundos muy sensibles, pero queríamos poner imágenes a las palabras de nuestro padre”, agrega.
Su hermano Cosme, codirector de la obra, detalla que “el espectáculo nos permite contribuir al trabajo de memoria de nuestra familia y también a la historia de Chile. Para nosotros, es una manera de continuar la obra de nuestro padre, con su forma poética y devastadora, fantasiosa y profundamente humana. A través de su humor y poesía buscamos sensibilizar, alertar, informar y transmitir su historia: la de un niño nacido en la región del Maule, crecido en el pequeño pueblo de Colín y que fue encarcelado en un campo de concentración a los 27 años, desafiando a la dictadura al representar obras de teatro cada semana en el refectorio del campo”.
“Queríamos que esta gira fuera simbólica, al igual que la obra: deseábamos actuar en los propios lugares, en los antiguos campos de concentración y centros de tortura que hoy se han convertido en sitios de memoria. También queríamos presentarnos en universidades y teatros. En un contexto complejo, donde, como en muchas partes de este mundo tambaleante, la extrema derecha se posiciona para llegar al poder, este relato, cincuenta años después, resulta necesario. Alerta, narra, canta como un graznido que se escucha a lo lejos, sobre una de las páginas más oscuras de Chile”, señala.
Sebastián, intérprete de la obra, comenta que “es un ejercicio particular llevar las palabras de mi padre, no en una de sus obras, sino en un relato autobiográfico —o más bien teatrográfico—. Es algo desconcertante. El teatro siempre ha formado parte de nuestras vidas, es el elemento central en la historia de mi familia. Gracias al teatro pudimos soportar el exilio; pudimos construir un hogar, el Teatro Aleph, y luego un segundo hogar, el Teatro El Duende”.
"Sobre el escenario echamos raíces, dejando que el arte ingrese en lo más íntimo. El teatro es mi razón de vivir y también mi refugio: es el universo entero al alcance de la mano. Esta obra es un acto artístico, por supuesto, pero sobre todo un acto de memoria y de lucha. La frontera entre el hijo y el actor que soy se vuelve entonces extremadamente delgada. De niño, mi padre nos contaba todas sus aventuras picarescas, omitiendo, por supuesto, los episodios más trágicos y violentos. Sin duda para protegernos y para protegerse a sí mismo”, añade.
Espacio de imaginación
Jeanne Frenkel, diseñadora escénica e ilustradora, señala que “admiro desde hace muchos años el trabajo de Óscar Castro. Es una gran alegría y un gran orgullo dar imagen a sus palabras y a su historia extraordinaria. A esta alegría se suma la poderosa emoción compartida con los espectadores durante las funciones. El proceso de creación fue muy instintivo, guiado por la idea de dejar un amplio espacio a la imaginación. Para ello, fue necesario construir imágenes muy depuradas y simples, con el fin de no encerrar ni disminuir la fuerza de las palabras”.
“Hubo que encontrar un lenguaje para cada dimensión del espectáculo. El aspecto documental y contemporáneo del relato aparece a través del iPhone filmado en directo. Las palabras del Cuervo están ilustradas con papel recortado, mientras que los apartes de Óscar y Cosme se traducen de manera más concreta, mediante documentos formales: fotografías, archivos y objetos. La invención del dispositivo escénico es a la vez sencillo y sofisticado: un proyector colocado bajo una placa de vidrio proyecta fondos de color y video sobre papel, donde se manipulan los diversos materiales”, agrega.
Lou Rotzinger, compositor de la obra, recalca que “el proceso de creación para ‘Cuervo’ requería una música que contara el viaje de dos hermanos que parten en busca de un episodio de la vida de su padre, Óscar Castro. Es una historia que conozco bien porque mi padre, Frédéric Laffont, había hecho películas sobre la vida de Óscar. Trabajar de nuevo sobre esta misma historia con sus hijos lo sentí inmediatamente como la prolongación de ese relato”.
“Necesitábamos una música que evocara el viaje; queríamos piano, y muy pronto surgió también la idea de retomar un tema, ‘Maman’ que significa ‘mamá’, escrito por Anita Vallejo para el espectáculo de Óscar, El cabaret de la última esperanza, que se representaba en el Théâtre Aleph en Francia. Quería crear una versión de esta música más personal e íntima. Nos orientamos hacia sonoridades muy aireadas; tenía que haber espacio para el imaginario y para la narración”, añade.
Corentin Rostollan-Sinet, productor de la gira por Chile, considera que “ha sido un golpe de corazón. Se montó en muy poco tiempo. Fui a ver la obra la noche de su estreno en París, en junio de este año y al instante entendí lo fundamental que era para ellos volver al lugar de los hechos. No querían esperar: querían presentarla en la misma tierra donde había pasado todo, donde habían venido a filmar y, sobre todo, actuarla para quienes habían sido parte de esa historia. El apoyo que hemos recibido es maravilloso”.
“Como investigador y docente, he podido comprobar el interés y apoyo sincero que brinda la Escuela de Teatro UV a organismos de Memoria y Derechos Humanos, a proyectos que buscan profundizar en esa parte de la historia nacional. Hemos realizado grandes actividades aquí, en esta misma sala, algunas inéditas e históricas a nivel país. Desde luego, no me sorprende que el estreno chileno de la obra ‘Cuervo’ se realice en esta Escuela, y en Sala Negra Juan Barattini Carvelli. Me hace mucho sentido y me emociona, porque los diálogos intergeneracionales que se han gestado aquí, en torno a estas temáticas, han sido de lo más esperanzador que he vivido en estos últimos años”, indica.





Nota: Matías Salinas