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Masticar para pensar mejor: estudio UV publicado en Scientific Reports de Nature muestra cómo una acción cotidiana potencia la memoria y la atención

18 diciembre 2025

La investigación fue liderada por el doctor Sebastián Espinoza académico de la Facultad de Odontología de la Universidad de Valparaíso.

¿Sabías que masticar por solo un minuto antes de una tarea puede ayudar a concentrarte mejor y responder con mayor rapidez? Este acto simple y cotidiano —como mascar chicle— es el punto de partida de una investigación chilena que acaba de ser publicada en Scientific Reports, revista del grupo Nature, y que aporta nueva evidencia sobre la estrecha relación entre la función masticatoria y el funcionamiento del cerebro.

La investigación fue liderada por el doctor en Neurociencia Sebastián Espinoza, académico de la Facultad de Odontología e investigador del Laboratorio de Dinámica Cerebral de la Universidad de Valparaíso, junto a un equipo interdisciplinario de las Facultades de Odontología, Ciencias y Farmacia. A partir de la evidencia que vincula la pérdida dental y la disminución de la capacidad masticatoria con el deterioro cognitivo, el estudio analizó cómo masticar durante solo un minuto antes de una tarea puede influir directamente en la atención, la memoria de trabajo y la actividad eléctrica del cerebro.

“Queríamos evaluar si la masticación tiene un efecto real y medible sobre procesos cognitivos específicos”, explica el profesor Espinoza. Para ello, treinta personas adultas realizaron pruebas de atención y memoria mientras se registraba su actividad cerebral, comparando condiciones con y sin masticación previa.

Los resultados mostraron que quienes masticaron antes de las tareas respondieron más rápido y con mayor precisión. A nivel cerebral, el equipo observó un aumento significativo de las oscilaciones theta en regiones frontocentrales, un tipo de actividad rítmica clave para la atención y la memoria de trabajo. “Estas oscilaciones permiten que distintas áreas del cerebro se comuniquen de manera más eficiente. Al masticar, esa sincronía mejora”, detalla el investigador.

El estudio también evidenció un aumento en la conectividad funcional entre regiones frontales y parietales, lo que indica una mayor coordinación de las redes cerebrales involucradas en funciones ejecutivas. Incluso, el ritmo de masticación de cada participante se asoció con la frecuencia de estas oscilaciones, lo que sugiere un acoplamiento directo entre el movimiento rítmico de masticar y la actividad cerebral.

“Los movimientos rítmicos del cuerpo pueden ayudar a ordenar y sincronizar la actividad del cerebro. Al masticar, el organismo genera un ritmo regular que envía señales constantes al sistema nervioso. Estas señales activan circuitos cerebrales relacionados con el estado de alerta y facilitan la comunicación entre distintas áreas del cerebro involucradas en la atención y la memoria”. Y agrega: “De este modo, la masticación funcionaría como una especie de “marcapasos natural”, que prepara al cerebro para procesar información de manera más eficiente antes de realizar una tarea cognitiva”, detalla el doctor Espinoza.

Un aspecto relevante del trabajo es que estos efectos se mantuvieron incluso cuando se redujo la sensibilidad oral mediante anestesia local. “Eso nos permitió demostrar que el beneficio no depende solo de la estimulación de la boca, sino de mecanismos centrales del cerebro”, explica el académico.

Más allá del rendimiento inmediato, los hallazgos aportan nuevas luces sobre un problema de mayor alcance. La evidencia científica ha mostrado que la pérdida dental y la disminución de la capacidad masticatoria se asocian con deterioro cognitivo. Estos resultados abren nuevas posibilidades para apoyar la salud cognitiva y podrían ser especialmente relevantes para la rehabilitación de personas que han perdido capacidad masticatoria, como adultos mayores o pacientes con problemas dentales.

“Estos hallazgos subrayan el potencial de la actividad masticatoria para favorecer la salud cognitiva y sugieren implicaciones para las poblaciones con función oral comprometida”, advierte el investigador, quien luego enfatiza: “Mantener una buena función masticatoria, ya sea a través de una adecuada salud oral, rehabilitación protésica o entrenamiento masticatorio, podría favorecer el envejecimiento cognitivo saludable de las personas”.

Link al artículo directo:  https://rdcu.be/eUdQ3

Nota: Pamela Simonetti / Fotos: Denis Isla