Este viernes 3 y sábado 4 de octubre, a las 19:00 horas, se presentará la obra “Tappabuchi, el origen del payaso”, de Academia de Tontos, en Sala Negra Juan Barattini Carvelli, de la UV, ubicada en avenida Brasil 1647. Las reservas se deben realizar en el formulario de inscripción disponible en la biografía del Instagram @escuelateatrouv.
La obra pone en escena a tres actores de la commedia dell’arte sin trabajo que deambulan con sus máscaras e instrumentos, recorriendo las calles y plazas, sufriendo penurias, hambre y soledad. Cierto día logran ser contratados por el dueño de un circo donde comienza un viaje lleno de proezas y poesía, incluyendo números de equitación, rarezas y monstruos, como el temible Cíclope, llevando al circo a su época de mayor gloria y esplendor.
La obra es dirigida por Freddy Huerta, la dramaturgia pertenece a Iván González y el diseño sonoro está a cargo de Juan Bustamante. El elenco está integrado por Iván González, Freddy Huerta y Héctor Valencia.
El dramaturgo e intérprete Iván González señala que la obra nace “a partir de una investigación sobre los primeros cómicos en el circo moderno, a mediados del siglo XIX. Fue una necesidad de los empresarios de circo de rellenar sus espectáculos mientras las pistas se preparaban para los grandes actos aéreos, acrobáticos, magias y animales. Fueron requeridos actores que provenían de la vieja commedia dell’arte, como el Pagliaccio, un infarinato o primer sirviente de esa disciplina, que se transforma en lo que hoy conocemos como el payaso”.
Sobre el proceso creativo, destaca “la combinación de estilos escénicos como el circo, el payaso, la máscara, la commedia dell’arte, la música y el canto. Una estética dotada de una de las épocas de mayor fulgor teatral en la historia del siglo XVI al XIX, una poética que se construye con los conceptos de la sobrevivencia, la mercenaria y el espectáculo en torno a la construcción de versos que son los propios diálogos de la obra”.
En cuanto a la dramaturgia, indica que “fue un proceso creativo colectivo, en donde la construcción de los versos y diálogos fueron creados a partir de las propias improvisaciones durante todos los ensayos. Los versos fueron creados a partir de la fábula de la obra o historia de estos tres actores que intentan sobrevivir con su arte; en ese aspecto nos centramos en un sentido musical, la palabra como partitura”.
Respecto al diseño escénico, sonoro y lumínico, detalla que “la base fueron los propios estilos en escena; vestuarios del siglo XIX; máscaras del maestro italiano Antonio Fava; maquillaje clásico de los payasos del circo moderno; colores como el blanco, café, rojo, azul, crudo; música y sonidos renacentistas, rememoranza de la famosa aria Vesti la Giubba de la ópera I Pagliacci de Ruggero Leoncavallo; la luz de espectáculo en ámbar, rojo y azul, en las categorías sensibles, de la alegría, la tristeza, la esperanza, el asombro y la desesperación, siempre en tono cómico, no trágico”.
Sobre presentarse en la Sala Negra UV destaca que “es una especial motivación, siendo un territorio eminentemente teatral, dado que de ahí somos. Es un punto de referencia importante en la vida cultural de la ciudad, dándonos una mayor plataforma de visibilidad para nuestro trabajo. Esperamos estar a la altura de este espacio, en el sentido de enriquecernos mutuamente y que se constituya una rica experiencia teatral, tanto para el público, la Escuela de Teatro, la Universidad y nosotros”.
“Invitamos a los públicos a pasar un maravilloso momento alegre, divertido, de liberación a través de la risa, cuya reflexión fundamental es la importancia del teatro para construir una mejor humanidad siempre. Esta es una obra que puede ser disfrutada desde los doce años en adelante”, añade.
La Cartelera Sala Negra cuenta con financiamiento del Ministerio de Educación, Subsecretaría de Educación Superior, a través del Proyecto UVA 2495: "Asentando el Modelo de Vinculación con el Medio UV: por una relación más significativa, pertinente, bidireccional y comprometida con el desarrollo sostenible del entorno que la rodea”.
Nota: Rodrigo Catalán
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