La unidad académica aspira a ser la primera en acreditarse en el programa Oficina Verde del Ministerio del Medio Ambiente.
Un verdadero hito para la Universidad de Valparaíso se registró este miércoles 5 de noviembre: con la instalación de un punto verde en Farmacia, ahora todas las Facultades y Campus de la instalación cuentan con al menos un punto verde que permite el reciclaje de vidrios, cartones, plásticos y latas.
Junto a ello, la instalación de este punto verde es un paso importante en el objetivo de esa unidad académica de transformarse en la primera Facultad acreditada en el programa Oficina Verde del Ministerio del Medio Ambiente.
En octubre de 2021, la UV se incorporó a esta iniciativa, cuyo fin es incorporar buenas prácticas ambientales en el quehacer diario de los órganos del Estado, con el fin de certificar que las entidades suscriptoras desarrollan distintas medidas de sostenibilidad interna. Tras la acreditación de la Escuela de Ingeniería en Medio Ambiente, este año se ha iniciado el proceso en otras tres dependencias institucionales: la Rectoría, la Vicerrectoría de Gestión Institucional y la Facultad de Farmacia, que ha logrado un importante avance en los requerimientos establecidos, con la ayuda de estudiantes tesistas y becarias.
Dentro de este proceso se han planteado medidas que conduzcan a concretar los compromisos establecidos, luego de haber levantado un diagnóstico integral sobre el consumo de agua en el edificio de la Facultad, la factibilidad de instalación de puntos de reciclaje y la cultura sostenible de quienes conviven en esas dependencias.
La ceremonia de inauguración del punto verde contó con la presencia de la decana de Farmacia, Caroline Weinstein; el vicedecano, Juan Ojeda; la coordinadora de la Unidad de Medioambiente y Sostenibilidad UV, Yenny Olivares; la directora de la Escuela de Química y Farmacia, Yanneth Moya; la directora de la Escuela de Nutrición y Dietética, Daniela Pincheira; Ignacio Rojas, de la seremi del Medio Ambiente; estudiantes, funcionarios y académicos.
El punto verde instalado en la Facultad de Farmacia es el decimoséptimo que se habilita en toda la UV, y la gestión del retiro y posterior reciclaje estará a cargo de la empresa Geociclos, que al final del acto de instalación ofreció un taller demostrativo sobre reciclaje de residuos orgánicos.
“Nos comprometimos en este desafío de acreditar en el programa Oficina Verde a toda la Facultad porque no solo hay que parecerlo, sino serlo. Tener un sello nos permite entregar un mensaje a la comunidad y especialmente a los estudiantes que estamos formando, declarando que estamos en sintonía con el modelo educativo, con la vinculación con el territorio. Y si queremos estar vinculados con el territorio, tenemos que involucrarnos seria y comprometidamente con el cuidado del medio ambiente, que me parece es un deber de una universidad estatal y pública. El planeta es nuestro mayor bien público y queremos cuidarlo, pero también queremos ser reconocidos públicamente con el compromiso que queremos impartirle a este decanato. Lo tomo como un desafío personal, porque como ser humano he estado comprometida con el tema del reciclaje, y es además en continuidad con lo que partió, evidentemente, el decanato anterior, que ya se había comprometido con este mismo desafío”, comentó la decana Caroline Weinstein.
“El camino es involucrar a todos los participantes, no quedarse en la creación de una comisión, sino que tener capacidad de liderazgo en este tema, involucrar a todos los que integramos la comunidad, estudiantes, funcionarios universitarios y académicos, que estemos todos depositando nuestros residuos inorgánicos en esos contenedores, todos aportando a la vermicompostera, a la compostera y otras tareas que se nos vienen por delante, como cuidar el agua, cuidar la luz, usar el papel reciclable, disminuir el uso del papel, así como otras medidas de una larga lista de desafíos”, agregó.
Para Yenny Olivares, completar el proceso de instalación de puntos verdes “implica dar facilidades a la comunidad para que sean parte de la gestión de residuos y que se hagan parte del proceso completo: más allá de acercarse al punto, que también estén educados y logremos establecer una cultura distinta de hábitos, para que la gestión de esos residuos sea la correcta e impacte local y comunalmente a la disminución de residuos en el relleno sanitario, que lamentablemente tiene una vida útil muy corta. Tenemos que hacernos cargo como institución de educación pública en el marco de la responsabilidad social”.
“Hemos apostado a la certificación ambiental y eso implica aumentar el desempeño de la institución de manera gradual. Así lo hemos hecho: en 2021 lo iniciamos con la Escuela de Ingeniería de Medio Ambiente y hoy, en 2025, ya habiendo madurado el proceso anterior y habiendo aprendido de él, nos aventuramos a ampliar este proceso de acreditación en tres dependencias de la Universidad, que incluye una facultad completa —ya no una escuela como lo hicimos previamente— y dos edificios del área administrativa”, complementó.
Nota: Juan Pablo Salas / Fotos: Denis Isla
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