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Arquitecta UV presentó ponencia sobre conservación de planos del órgano de la Iglesia los Doce Apóstoles en Seminario de Papel 2025

20 noviembre 2025

“Cianotipo en equilibrio: ciencia y arte para la conservación del plano del órgano de la Iglesia de los Doce Apóstoles, en Valparaíso” fue la ponencia presentada por Thalía Montenegro, arquitecta UV y actual encargada del Archivo de Historia de la Arquitectura de Valparaíso, Fondo Myriam Waisberg de la Facultad de Arquitectura, en el Seminario de Papel 2025, evento dedicado a la conservación de documentos históricos a nivel latinoamericano.

La ponencia, presentada en el apartado “Casos prácticos en restauración e intervención de papel”, expone el proceso de conservación preventiva del plano histórico del órgano que data del 2 de febrero de 1906, documento patrimonial que pertenece al Archivo de Historia de la Arquitectura de Valparaíso, Fondo Myriam Waisberg.

La arquitecta cuenta que “si bien representa una copia del original, debido a que es un papel llamado cianotipo, cuenta con más de cien años de antigüedad, y se ha transformado en un documento muy valioso para la colección planimétrica sobre arquitectura religiosa de Valparaíso, constituyendo un testimonio del desarrollo urbano y cultural de la ciudad puerto. Todo esto ayuda a valorizar el patrimonio material e inmaterial presente, como la misma iglesia”.

“Para comenzar el proceso, se realizó un registro fotográfico. Su estado de conservación inicial era regular, con rasgaduras significativas en los bordes, pliegues marcados, suciedad superficial y decoloración producto de la acidez del soporte y la exposición prolongada a radiación de los rayos UV. Además, se encontraba enrollado junto a otros documentos, lo que aceleró su deterioro mecánico. Pese a ello, no se detectaron signos de hongos o daños estructurales irreversibles, lo que permitió su tratamiento de conservación preventiva”, añadió.

“Luego de realizar la catalogación, el proceso técnico se desarrolló en varias etapas, desde un registro fotográfico inicial para documentar el estado físico y establecer una base comparativa, hasta efectuar un diagnóstico detallado de las patologías, determinando las intervenciones necesarias para estabilizar el soporte”, explicó.

Entre las primeras acciones de conservación estuvo el aplanado del documento. Así lo comentó la arquitecta: “Quedó bajo pesos de vidrio durante dos semanas para eliminar las deformaciones. Paralelamente, se llevó a cabo una limpieza superficial con pinceles japoneses, retirando polvo y suciedad sin afectar la integridad del papel”.

“Posteriormente, se repararon las rasgaduras mediante la aplicación de papel japonés adherido con almidón de arroz libre de pH, técnica que respeta la estabilidad química del soporte y es reversible. Una vez reforzadas las áreas dañadas, se realizó una reintegración cromática con acuarela profesional y metilcelulosa, devolviendo la homogeneidad estética al plano sin ocultar las huellas del tiempo”, añadió.

Conservación preventiva

La arquitecta UV comentó que "como etapa final se efectuó un análisis microscópico para evaluar la calidad de las intervenciones, se salvaguardó en una carpeta transparente de mylar, material especial de conservación, y se capturaron las últimas fotografías. Como parte de los detalles, se dejó un pequeño sector sin reintegración cromática, para evidenciar la fecha y alcance de la restauración, garantizando la transparencia en la documentación del proceso”.

“Este caso práctico demuestra la importancia de aplicar técnicas de conservación preventiva adaptadas a las características materiales y patrimoniales de cada documento. Además, destaca la necesidad de resguardar estos bienes en condiciones adecuadas, como mobiliario especializado y control ambiental, para evitar futuras patologías. Con esta intervención el plano del órgano, no solo recupera estabilidad física y legibilidad, sino que también se asegura su preservación a largo plazo como parte del patrimonio documental de Valparaíso”, añadió.

Nota: Rodrigo Catalán / Fotos: Denis Isla